segunda-feira, 15 de abril de 2013

Cine e inmigración: Un cuento chino de Sebastián Borensztein

En la película argentina “El cuento Chino”, encontramos un fenómeno presente en nuestros países latinoamericanos con la llegada de personas de todos los rincones del mundo. Asiáticos, árabes y africanos vienen a este nuevo mundo en busca de mejorar su situación económica. Acá encuentran trabajo y se encierran en nichos culturales que conocen e identifican como un lugar seguro, es así como, en são Paulo encontramos los barrios tradicionales de la cultura oriental (japoneses, chinos y coreanos) en el barrio de la “Liberdade” y el comercio de la “25 de março” y los de bolivianos en los barrio de Brás, Bom Retiro e Pari, antiguamente reducto de los italianos. En Goiânia tenemos una realidad más reciente de migración, sea esta de nordestinos que provienen del estado de Maranhão o del norte del país. Goiânia marca una tendencia muy interesante de migración, representantes libaneses se concentran principalmente en el barrio de Vila Nova y están dedicados al comercio. Más existe un nuevo sector explorado por inmigrantes de nacionalidad hispánica, se trata del área de la educación, con la expansión del español en la malla curricular, muchos inmigrantes argentinos, bolivianos, chilenos y peruanos están trabajando en los colegios de la ciudad. En la película vemos un personaje chino que llega a un país nuevo, donde no habla el idioma. En busca de un tío distante, el único familiar que le resta, viene huyendo de las desgracias en su vida. Podemos pensar que viene huyendo de la dictadura del régimen comunista, mas en realidad viene huyendo de las fatalidades de la vida. La muerte trágica de su novia. Aunque parezca imposible las vacas a veces pueden volar y una de ellas le cayó encima justo cuando él le estaba pidiendo casamiento. Es una comedia, si no fuera que parece más un drama argentino, que envuelve los conflictos de quien llega y de los que están. El personaje principal es el Roberto, mas una excelente interpretación de Ricardo Darin, es casi imposible ver una película argentina sin ese gran actor. Un hombre perturbado por los dramas vividos por un excombatiente de la Guerra de las Malvinas. Aislado en el mundo en la indiferencia y las murallas construidas para alejar a todos de su entorno, mas que, apenas una persona consigue entrar en ese mundo y este es el chino Jun y su drama desolador. Ser inmigrante en nuestros países es algo muy difícil, ya que somos poco tolerantes y marcamos muy bien la diferencia, en Brasil y argentina creo que eso ha ido cambiando ya que hemos experimentos la partida de muchos de nuestros entes queridos para las más distintas partes del mundo, sea por trabajo, casamientos y mismo para estudio, hemos experimentado la distancia y la nostalgia de nuestros seres más queridos, compartimos las experiencias de Jun en la película y nos identificamos con la búsqueda de una vida mejor.