Algunas películas te hacen reflexionar sobre la vida y la necesidad de perpetuarse a través de un hijo. Mismo siendo difícil la opción de traer un ser inocente a este mundo corrompido y corrupto, lo traemos para hacernos compañía y quebrar las barreras de la violencia. Mas con el tiempo nos damos cuenta de ese ser que hemos traído al mundo ha iluminado nuestras carencias y afectos, nos hace la persona más importante del mundo. Responsables de su futuro y mostrarle el camino de la ética y el equilibrio.
Muchas son las películas que te hacen sufrir, “Una prueba de amor” es una de ellas, realizada por Nick Cassavetes, en 2009, trata de la odisea de una hermana que debe ir en contra de sus padres para no postergar la vida de la hermana mayor que decidió por voluntad no seguir viviendo con cáncer. Está historia nos hace reflexionar sobre el egoísmo de la chica que llega al punto de mover una acción judicial contra sus padres que quieren usarla para trasplantar sus órganos y así salvar la vida de su hermana.
“Mi Vida sin mí” de la directora catalana Isabel coixet, realizada en 2003, es otra película que te hace llorar, una madre que se está muriendo de cáncer, empieza a despedirse de su vida y de su familia, intenta dejar una sustituta para su ausencia. Una mujer que le sea fiel a su marido y que cuide bien de sus hijas. Producida por la productora española “el deseo”, compañía que produce las películas de Almodóvar, muestra uno de esos dramas que no te faltaran pañuelos para llorar.
Por último, la película “Camino” realizada por el español Javier Fesser, en 2008. Premiada con el Goya en seis modalidades, este es el premio de la academia española de cine, un equivalente al Oscar americano. Es la historia de Camino, una chica linda, que podría ser hija de cualquier adulto de mediana edad. Una chica que le depara mucho éxito, romances y frustraciones. Mas que la vida le hace vivir por una experiencia que transformará el destino de su familia y la suya. Es una película donde la fe y el dolor es una constante y donde nos imaginamos que no debe haber tanto sufrimiento como aquel vivido por el personaje en la película. Está me hizo llorar a llantos y sollozar como si fuera un niño que ha perdido lo más bellos de su vida. Me sentí así al imaginar que en lugar de Camino, fuera Sophia, mi hija la que estuviera sufriendo ese calvario.
Siempre me consideré un liberal, que apoyaba el aborto y la eutanasia. Ya que como todo liberal debemos defender el derecho a la libre opción. Mas al tener un hijo siempre revisamos nuestros posicionamientos, principalmente cuando se trata de la vida de un ser querido. En mis clases siempre trato de discutir temas que sean polémicos, para poder dar la oportunidad a los jóvenes de posicionarse y discutir temas éticos, valóricos y morales. La emoción es importante y lograr que ellos puedan cuestionar, analizar y hacer juicios de valor es fundamental para crear una visión crítica, independiente y que los haga crecer como personas.
Muchas de las películas pasan desapercibidas, mas si logras un mínimo de senso crítico y opiniones polémicas, es un principio para proceso de aprendizaje, que les permitirá tener opinión y crear un posicionamiento en la vida. Muchas veces hablar sobre las presiones, cobranzas y dificultades, es abrir una puerta para encontrar soluciones y para muchos una forma de visualizar de que no son los únicos a tener problemas, sino que muchas veces sus pares pasan por situaciones similares y que tal vez no sea tan grave como ellos piensan.
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