Vivir la sensación de pasar una película de 35 mm en una sala habilitada para cine, con una proyectora antigua, donde usas carbón positivo y negativo… fue como sentirse en el actor de Cinema Paradiso. Con mis socios Julio Robledo y Daniel Valcarce organizamos un ciclo de cine arte en la sala Centenario de la Universidad de Tarapacá. Después de tanto tiempo pasando películas en el campus Saucache, decidimos pasar cine de verdad, con los 7 rollos y hasta contratamos al cojo, para que pasara la película. Fue un sueño que acabamos perdiendo dinero, mas ganamos experiencia y fue importante para el cine club de la Universidad de Tarapacá.
Sepan aquellos que no estén al corriente,
que el Roxy, del que estoy hablando, fue
un cine de reestreno preferente
que iluminaba la Plaza Lesseps.
Echaban NO-DO y dos películas de ésas
que tú detestas y me chiflan a mí,
llenas de amores imposibles y
pasiones desatadas y violentas.
Villanos en cinemascope.
Hermosas damas y altivos
caballeros del Sur
tomaban té en el Roxy
cuando apagaban la luz.
JOAN MANUEL SERRAT - LOS FANTASMAS DE ROXY
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